Colombianos por el mundo De la generación de James y Muriel, pero tomó un camino distinto
Andrés ‘Manga’ Escobar, lejos de ser la promesa que en 2008 debutó con 16 años en Deportivo Cali, es la antítesis de la generación dorada del Mundial Sub 20 de 2011 en el que estuvo James Rodríguez, Santiago Arias, Luis Fernando Muriel, por solo mencionar unos nombres. Su carrera ha sido pasada por escándalos y ahora se enfrenta a una condena de dos años en Islandia por violación.
Justamente la cita orbital de la categoría juvenil abrió dos caminos separados entre el grupo que fue base para la histórica Copa del Mundo de Brasil 2014 y el futbolista que mantiene su nombre vigente por actos de indisciplina. Por esa razón el entonces técnico de la Sub 20, Eduardo Lara, lo excluyó de la convocatoria para la Copa del Mundo que se disputó en el país.
Aunque el delantero quiso desmentir que no había sido apartado por su comportamiento, dejó en evidencia diferencias con la interna del equipo. «Quiero dejar en claro que mi salida de la Selección no fue por términos futbolísticos ni por indisciplina. Mis compañeros me dejaron morir», aseguro en ese momento.
El caucano no sólo tomó un rumbo distinto, eligió lanzarse por una pendiente con varias paradas hasta estar hoy en el fondo del abismo. Por lo mostrado en sus inicios tuvo un periplo en Dinamo de Kiev; el Évian de Francia; y Dallas, en la MLS. Sin embargo, su carrera no despegó y regresó al FPC.
Atlético Nacional le dio una oportunidad en 2015. Fue anunciado con bombos y platillos en el equipo que Reinaldo Rueda sacó campeón de la Copa Libertadores, pero una vez más su conducta lo alejó de la gloria. Tras ser devuelto por el estratega al llegar tarde a un entrenamiento, tomó la decisión de renunciar y su pasó no fue más que 14 efímeras actuaciones.
A pesar del escándalo en Medellín, cayó parado en Millonarios. En Bogotá tuvo un escenario para volverse a mostrar y fue protagonista en el apertura de 2016, en el que el azul terminó tercero en el todos contra todos y luego fue eliminado por Junior en cuartos de final. Misma instancia a la que llegó el ‘Embajador’ en el finalización. Hasta ese momento respondía con entrega y sacrificio, además de los seis goles que anotó. Su rendimiento en el siguiente semestre se vino al piso y cargó con el peso de unas declaraciones sobre la directiva.
«En millonarios siento un poco de nostalgia, porque no traen jugadores para ganar el título. Los que estamos somos buenos pero necesitamos ayuda. Esas son cosas que se nos salen de las manos«, dijo en una entrevista a Futbolred. Para el finalización no registró goles y al final de año su contrato no fue renovado.
Lo hecho en Millonarios sirvió para que el fútbol extranjero nuevamente le pusiera un ojo encima. En el 2017 actuó en 18 encuentros con Vasco da Gama de Brasil y el primer semestre de 2018, cuando tenida todo arreglado para llegar a Santa Fe, dejó al rojo esperándolo y tomó rumbo a Argentina para vestir la camiseta de Estudiantes de La Plata, se la puso en apenas dos partidos.
Sin oportunidad en Argentina, Tolima fue una vía de escape para terminar el 2018. Aunque sin siquiera acomodarse en Ibagué, fue sacado por la puerta de atrás luego de que se le hiciera una prueba de alcoholemia, la cual dio un resultado positivo y reafirmó la veracidad de las imágenes que se hicieron virales al llegar en estado de embriaguez a un entrenamiento y quedarse dormido en una camilla.
Desde ese bochornoso episodio ‘Manga’ estuvo en el Centro Sportivo Alagoano de la Segunda División de BRasil; en 2020 actuó en 4 partidos con el Cúcuta para luego irse al exótico fútbol de Islandia, país en el que ahora se encuentra tras las rejas, acusado de violación y recibió una condena de dos años y medio por el Tribunal de Distrito de Reikiavik.
