La República Checa necesita de manera urgente 300 médicos y 1000 enfermeras para repeler la embestida de la pandemia de COVID-19. Los hospitales checos están a punto de colapsar por la falta de facultativos y personal cualificado para las unidades de cuidados intensivos.
La creciente demanda asistencial, producto de la pandemia del nuevo coronavirus, ha obligado al Gobierno a establecer la obligación laboral para los estudiantes de Medicina. La norma, que entró en vigor este lunes, toca a los alumnos de los cursos más diversos como, por ejemplo, los estudiantes de tercero y cuarto de las escuelas secundarias de Medicina o cuarto y quinto de Medicina General, entre otros.
La situación en el país es grave. La República Checa se encuentra en este momento entre los países más afectados por la pandemia en Europa. Varios hospitales han declarado el estado de catástrofe sanitaria, porque no disponen de camas ni personal suficiente para las unidades de cuidados intensivos.
El ministro de Salud, Jan Blatný, dijo que esta semana será la más crítica de la pandemia, pero aseguró que las medidas restrictivas están dando resultado.
“Todo parece indicar que la pandemia se frena. Esto no significa que el número de contagios disminuya, lo que pasa es que gracias a las medidas actuales no aumenta más rápido. De seguro esta semana será la más crítica de la pandemia y podemos esperar hasta 2000 pacientes en las unidades de cuidados intensivos“.
El ministro Blatný aseguró en su momento que el problema no radica en la falta de camas, lo que pasa es que no hay personal cualificado para atender a los pacientes con COVID-19. Gracias a las nuevas medidas aumentará el número de camas y podrá convocarse a médicos que en la actualidad no ejercen, porque se dedican a otras actividades, por ejemplo, en la industria farmacéutica.
“Es posible que sea necesario convocar a unos 300 doctores y a unas 1000 enfermeras. A nivel nacional podría aumentar el número de camas en las unidades de cuidados intensivos en unas 60 y cerca de 40 camas con oxígeno“.
Todos los estudiantes, médicos y enfermeras que se sumen al programa de ayuda serán vacunados de manera prioritaria. Desde el Ministerio de Salud se ha pedido que dentro de lo posible los médicos de cabecera vacunen también los fines de semana.
Junto a la vacunación masiva, que ha tenido altibajos por los problemas en el suministro, el Gobierno decretó pruebas obligatorias de antígenos para los trabajadores. El miércoles de la semana pasada empezaron los test para las empresas con más de 250 trabajadores, que deben realizarse por primera vez hasta el 12 de marzo, mientras que las empresas con 50 y hasta 249 empleados deben tener las pruebas listas hasta el 15 de marzo.
Muchos expertos coinciden en que una de las razones de la rápida expansión del coronavirus en Chequia es la aparición de la cepa británica, con una presencia de más del 50% en los contagios.
El ministro de Salud, Jan Blatný, indicó que con el propósito de identificar mejor los brotes de la variante británica han puesto en marcha un sistema de análisis en varios puntos del país.
“Unos 15 laboratorios, distribuidos en todo el país, recibirán de manera regular muestras para determinar en qué lugares aparecen brotes de la mutación británica. Los laboratorios analizarán unas 1000 muestras por semana“.
La República Checa confirmó este domingo 3923 nuevos casos de coronavirus, lo que supone más de 600 enfermos menos que el mismo día de la semana anterior. En domingo las cifras son siempre mucho menores que los días laborales.
El número de casos activos se sitúa en 168 158 enfermos. El total de hospitalizados es de 7979, en estado grave había este domingo 1728 personas, 155 más que la semana pasada, y el número de decesos ha llegado a 21 882 desde que comenzó la pandemia hace un año.