La presentación del informe de gestión del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, en el Senado de la Nación tuvo un final abrupto. Después de cuatro horas de exposición en un clima político tenso, el funcionario recogió sus papeles y abandonó el recinto sin previo aviso. Su salida intempestiva dejó la sesión en suspenso y obligó a la presidencia del cuerpo a reprogramar la continuidad del debate.
El detonante del retiro de Francos fue una acusación directa de la senadora Cristina López, de Unidad Ciudadana por Tierra del Fuego. Durante su intervención, la legisladora lo calificó de “mentiroso” y arremetió contra la política del Gobierno nacional para su provincia.
“Para usted y para el presidente Milei, Tierra del Fuego es solo un punto en el mapa para negociar con las potencias extranjeras, poco les importa la soberanía del Atlántico Sur, la causa Malvinas y el futuro de la Antártida”, afirmó López.
Ante la dureza de los términos, el presidente provisional del Senado, Bartolomé Abdala, solicitó a la senadora que se retractara, a pedido del propio Francos. La legisladora ignoró la solicitud y continuó con sus críticas. En ese momento, el jefe de Gabinete se levantó de su asiento y se marchó del recinto. Voceros del funcionario justificaron su accionar: “Francos no acepta que le falten el respeto. Él siempre ha dado la cara en el Congreso”.
Tras un cuarto intermedio, la sesión se reanudó bajo la conducción de la presidenta del Senado, Victoria Villarruel. El jefe del bloque de Unión por la Patria, José Mayans, tomó la palabra y solicitó formalmente que se cite nuevamente al funcionario para que finalice su informe. La moción, que contó con el respaldo del resto de los bloques, fijó una nueva fecha: Francos deberá regresar al Senado el próximo miércoles a las 11 de la mañana.
Antes del altercado, la exposición de Francos transitó por varios temas que generaron fuertes contrapuntos con la oposición e incluso con senadores aliados. Uno de los más cuestionados fue el veto presidencial a la ley que creaba un fondo de emergencia para Bahía Blanca, ciudad afectada por un violento temporal en marzo. Francos defendió la decisión y argumentó que la responsabilidad financiera primaria corresponde a la provincia y al municipio, no a la Nación.
Otro foco de debate fue la advertencia del jefe de Gabinete sobre el impacto fiscal de dos proyectos de ley con media sanción de Diputados que buscan mejorar los ingresos jubilatorios. Según Francos, su aprobación representaría un costo de 0,8% del PBI, algo que el Gobierno no está dispuesto a afrontar para preservar el equilibrio fiscal.
Senadores como Marcelo Lewandowski, de Unión por la Patria, se hicieron eco del reclamo unificado de los 24 gobernadores por una mayor porción de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y una reformulación del impuesto a los combustibles. Francos admitió que la conversación con los mandatarios provinciales continúa abierta. “El tema de los ATNs lo podemos conversar. Todavía no hay acuerdo”, replicó.
El paro de actividades en el Hospital Garrahan también formó parte de la agenda. Francos sugirió que la protesta “tiene dos caras” y la vinculó a la reacción de los gremios por la implementación de un sistema biométrico para el control de asistencia y por haber sido desplazados de licitaciones clave de seguridad y residuos que históricamente obtenían empresas vinculadas a ellos.
En su discurso inicial, el jefe de Gabinete defendió los logros del Gobierno. Destacó que la inflación de mayo, del 1,5%, fue “el nivel más bajo registrado de los últimos cinco años”. Afirmó que, según el INDEC, los salarios superaron a la inflación en el primer trimestre y que “en nuestro primer año de gobierno 7 millones de argentinos salieron de la pobreza”, al tiempo que elogió la gestión de la ministra Sandra Pettovello por eliminar la intermediación en la ayuda social.
En materia de seguridad, resaltó que la tasa de homicidios de 2024 fue “la más baja de la historia argentina” y que los crímenes en Rosario disminuyeron un 65% con el Plan Bandera. Sobre el campo, evitó definiciones sobre la continuidad de la rebaja de retenciones para la soja, pero aseguró que el Gobierno trabaja para “sacar el peso del Estado de las espaldas de los productores”.
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