/ domingo 14 de febrero de 2021
El retorno del prejidente López Obrador ha sido, como era de esperar, optimista y veloz; muy a su estilo, busca recuperar el tiempo perdido y, aunque nunca se dio un parte médico veraz sobre su estado de salud, trascendió que, cuando menos durante la primera semana de confinamiento el Andrés López la pasó realmente mal. Pero ya está de regreso sin aparentes secuelas mayores, en el menos peor de los escenarios para el país, ante la ausencia de legislación a la falta de un mandatario; resulta difícil de creer, si en sus condiciones y antecedentes cardíacos, en verdad fue Covid…al tiempo.
No obstante, pese a las complicaciones y malestares causados por el virus, a su retorno López continúa negándose a una de las principales recomendaciones sanitarias para protegernos, que hoy incluso recomiendan por partida doble: el uso de cubrebocas -ahora ya nos dicen que nos pongamos dos…- El presidente, a su obstinado estilo, aparece sin él, ratificando su negativa para utilizarlo.
Sobra decir que días antes de que se declarara su contagio -obvio, ya contagiado-, con síntoma; voló en avión comercial a Monterrey; posteriormente ya enfermo, de San Luis Potosí a la Ciudad de México, no solo puso en riesgo a los pasajeros que compartieron esos vuelos; además, demuestra la necesidad de recurrir -si no al uso del avión presidencial que nadie se sacó en la rifa y tantos gastos implica parado-, cuando menos a la flota de la Fuerza Aérea Mexicana que por motivos de seguridad y hoy sanitarios, tiene de sobra para transportar al Presidente y a sus acompañantes: a ella se ha recurrido para traer a Evo Morales de Bolivia y para repatriar las cenizas de José José, ¿no la podría utilizar el ´presidente y dejar de arriesgar a sus compatriotas, independientemente de su ideología y dejando a un lado la demagogia?
Hemos de reconocer que la salud del presidente es precaria desde antes del Covid, sin considerar las secuelas que, se sabe, el virus puede acarrear; es por ello que hoy debe ser cuidado y su comportamiento debe ser diferente.
Hoy, luego del patético contagio del prejidente que tanto dudó y desdeñó respecto a la existencia y peligrosidad del coronavirus, la experiencia habría de obligarlo a marcar un cambio de enfoque sobre la estrategia adoptada respecto a la pandemia que ha cobrado la vida a más de 171 mil mexicanos y contagiado a cerca de dos millones de compatriotas.
Independientemente de los tiempos políticos, es menester recurrir a criterios de naturaleza política considerando más las bases científicas, y haciendo a un lado la oportunidad político-electoral sobre el proceso que se avecina, a ejemplo de las naciones que han logrado mejores resultados mediante otras estrategias; de esta forma, considerando la ciencia, México podría acelerar la contención de contagios y aplanar al fin la curva de contagios y decesos, ante un adverso panorama sobre la llegada de más vacunas cuya aplicación se ve lejos aún.
Así las cosas en este México nuestro, el mundo se desvanece el pasado jueves al darse a conocer el hallazgo: “Alertan que variante de Reino Unido podría barrer con el mundo”. La explicación viene de la directora del consorcio Covid-19 Genomics UK, Sharon Peacock, quien declara que las vacunas desarrolladas podrían ser insuficientes para esta variante detectada en la región de Kent. Se trata de una de las tres variantes oficialmente reconocidas -además están la sudafricana y la brasileña-, sin considerar la detectada en San Luis Potosí. Según creemos a la fecha, las vacunas aprobadas podrían ser efectivas contra las variantes, pero, para asegurarlo, los laboratorios trabajan al respecto en afán de asegurar la contundencia de los antivirales; por lo pronto, AstraZeneca ha declarado que calcula para fin de este 2021 estar en posibilidades de tener una vacuna eficaz contra estos virus.
Por lo pronto, considerando las recomendaciones de las autoridades mundiales en materia sanitaria, y mientras -a diferencia de muchos-, nuestro gobierno continúa en la incertidumbre respecto a los plazos y estrategias claras sobre la campaña de vacunación no queda más que seguirnos cuidando: lavado de manos, aplicación de gel, uso constante del cubrebocas, silencio en el transporte público, sana distancia, tos y estornudo de etiqueta, evitar reuniones…
Ciertamente aún no hay certeza científica respecto a la cobertura de las vacunas sobre los mutantes del virus, hoy nos toca hacer por nosotros y por nuestros allegados, “lo mejor posible”.
gamogui@hotmail.com
El retorno del prejidente López Obrador ha sido, como era de esperar, optimista y veloz; muy a su estilo, busca recuperar el tiempo perdido y, aunque nunca se dio un parte médico veraz sobre su estado de salud, trascendió que, cuando menos durante la primera semana de confinamiento el Andrés López la pasó realmente mal. Pero ya está de regreso sin aparentes secuelas mayores, en el menos peor de los escenarios para el país, ante la ausencia de legislación a la falta de un mandatario; resulta difícil de creer, si en sus condiciones y antecedentes cardíacos, en verdad fue Covid…al tiempo.
No obstante, pese a las complicaciones y malestares causados por el virus, a su retorno López continúa negándose a una de las principales recomendaciones sanitarias para protegernos, que hoy incluso recomiendan por partida doble: el uso de cubrebocas -ahora ya nos dicen que nos pongamos dos…- El presidente, a su obstinado estilo, aparece sin él, ratificando su negativa para utilizarlo.
Sobra decir que días antes de que se declarara su contagio -obvio, ya contagiado-, con síntoma; voló en avión comercial a Monterrey; posteriormente ya enfermo, de San Luis Potosí a la Ciudad de México, no solo puso en riesgo a los pasajeros que compartieron esos vuelos; además, demuestra la necesidad de recurrir -si no al uso del avión presidencial que nadie se sacó en la rifa y tantos gastos implica parado-, cuando menos a la flota de la Fuerza Aérea Mexicana que por motivos de seguridad y hoy sanitarios, tiene de sobra para transportar al Presidente y a sus acompañantes: a ella se ha recurrido para traer a Evo Morales de Bolivia y para repatriar las cenizas de José José, ¿no la podría utilizar el ´presidente y dejar de arriesgar a sus compatriotas, independientemente de su ideología y dejando a un lado la demagogia?
Hemos de reconocer que la salud del presidente es precaria desde antes del Covid, sin considerar las secuelas que, se sabe, el virus puede acarrear; es por ello que hoy debe ser cuidado y su comportamiento debe ser diferente.
Hoy, luego del patético contagio del prejidente que tanto dudó y desdeñó respecto a la existencia y peligrosidad del coronavirus, la experiencia habría de obligarlo a marcar un cambio de enfoque sobre la estrategia adoptada respecto a la pandemia que ha cobrado la vida a más de 171 mil mexicanos y contagiado a cerca de dos millones de compatriotas.
Independientemente de los tiempos políticos, es menester recurrir a criterios de naturaleza política considerando más las bases científicas, y haciendo a un lado la oportunidad político-electoral sobre el proceso que se avecina, a ejemplo de las naciones que han logrado mejores resultados mediante otras estrategias; de esta forma, considerando la ciencia, México podría acelerar la contención de contagios y aplanar al fin la curva de contagios y decesos, ante un adverso panorama sobre la llegada de más vacunas cuya aplicación se ve lejos aún.
Así las cosas en este México nuestro, el mundo se desvanece el pasado jueves al darse a conocer el hallazgo: “Alertan que variante de Reino Unido podría barrer con el mundo”. La explicación viene de la directora del consorcio Covid-19 Genomics UK, Sharon Peacock, quien declara que las vacunas desarrolladas podrían ser insuficientes para esta variante detectada en la región de Kent. Se trata de una de las tres variantes oficialmente reconocidas -además están la sudafricana y la brasileña-, sin considerar la detectada en San Luis Potosí. Según creemos a la fecha, las vacunas aprobadas podrían ser efectivas contra las variantes, pero, para asegurarlo, los laboratorios trabajan al respecto en afán de asegurar la contundencia de los antivirales; por lo pronto, AstraZeneca ha declarado que calcula para fin de este 2021 estar en posibilidades de tener una vacuna eficaz contra estos virus.
Por lo pronto, considerando las recomendaciones de las autoridades mundiales en materia sanitaria, y mientras -a diferencia de muchos-, nuestro gobierno continúa en la incertidumbre respecto a los plazos y estrategias claras sobre la campaña de vacunación no queda más que seguirnos cuidando: lavado de manos, aplicación de gel, uso constante del cubrebocas, silencio en el transporte público, sana distancia, tos y estornudo de etiqueta, evitar reuniones…
Ciertamente aún no hay certeza científica respecto a la cobertura de las vacunas sobre los mutantes del virus, hoy nos toca hacer por nosotros y por nuestros allegados, “lo mejor posible”.
gamogui@hotmail.com