Donald Trump reavivó su disputa con Elon Musk y no descartó la posibilidad de deportarlo. El presidente de Estados Unidos respondió a la consulta sobre el futuro migratorio del empresario: “Tendremos que analizar eso”. Las declaraciones se dieron luego de nuevas críticas del dueño de Tesla al proyecto “One Big Beautiful Bill Act” impulsado por el gobierno federal.
En una conferencia de prensa, el presidente dijo que Musk estaba “perdiendo su mandato sobre los vehículos eléctricos (EV)”. Y agregó, de acuerdo a Bloomberg: “Elon podría perder mucho más que eso”. En sus declaraciones, afirmó que su administración analizará los subsidios que reciben las compañías del magnate.
Además, el mandatario republicano mencionó que el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés) que el propio Musk había liderado, sería el organismo que podría revisar esas asignaciones.
En particular, Trump amenazó con retirar los subsidios a la industria espacial, en el caso de SpaceX, y a los autos eléctricos, en rea Tesla. Según dijo, Estados Unidos podría ahorrar una fortuna si detiene los lanzamientos de cohetes, la producción de satélites y la fabricación de EV.
En una publicación en Truth Social, el mandatario afirmó que, en ese caso, Musk “tendría que cerrar y regresar a Sudáfrica”. Trump sostuvo que el empresario recibió “más subsidios que cualquier otra persona en la historia” y que, sin ese respaldo, su “imperio colapsaría”.
Elon Musk es ciudadano legal estadounidense desde 2002 y no enfrenta cargos. Nació en Sudáfrica, pasó por Canadá y luego se trasladó a Estados Unidos, donde completó su proceso de naturalización.
Sin embargo, su estatus migratorio es objeto de controversia. Según The Washington Post, Musk habría trabajado sin autorización durante un breve período con una visa de estudiante, lo cual podría constituir una irregularidad. Eso podría cambiar el escenario actual.
Musk negó esa acusación y afirmó en 2024 que siempre tuvo visas válidas (J-1 y luego H-1B), y que el gobierno tiene todos sus registros.
Las leyes de EE.UU. permiten revocar la ciudadanía si se demuestra que fue obtenida mediante engaño. Si una investigación lo comprobara, Musk podría enfrentar un juicio y, eventualmente, un proceso de deportación.
La relación entre Musk y Trump volvió a tensarse durante la discusión en el Congreso sobre el “Gran y Hermoso Proyecto” presentado por los republicanos. El CEO de Tesla denunció en X que la ley republicana eliminará empleos e impedirá el desarrollo de nuevas tecnologías. Calificó la norma como un “proyecto de ley de gastos disparatado”.
Musk amenazó con fundar un nuevo partido si se aprueba la ley. En sus redes sociales, dijo que creará el Partido Estados Unidos como alternativa al bipartidismo actual. Además, anunció que colaborará para que pierdan las primarias los congresistas que voten a favor del proyecto.
Por lo tanto, Trump acusó a Musk de actuar por intereses personales. El mandatario aseguró que las críticas al proyecto se deben a la pérdida de beneficios fiscales para los autos eléctricos y negó que la medida afecte a la innovación o al empleo.
La relación entre ambos líderes se deterioró desde que Musk salió del gobierno de Trump. El empresario había sido designado para liderar el DOGE, pero dejó el cargo en mayo, como estaba previsto desde el principio del mandato republicano.
Desde entonces, aumentaron las tensiones con la Casa Blanca. Sus diferencias en cuanto a la política fiscal se volvieron evidentes. Y Musk hasta llegó a acusar al presidente de EE.UU. de estar involucrado en los archivos de Jeffrey Epstein.
Días después, Musk se disculpó a través de X y las tensiones se calmaron. Sin embargo, el nuevo debate por el megaproyecto fiscal del republicano volvió a reactivar la discusión entre el hombre más rico del mundo y Trump.