En el año 2013, la desaparición y posterior muerte de Elisa Lam en el Hotel Cecil, en los Ángeles, conmocionó al mundo.
Se trataba de una joven de origen asiático de 21 años que viajaba por Estados Unidos
cuando desapareció sin dejar rastro en las instalaciones del albergue, ubicado en el congestionado centro turístico de la ciudad.
Muchos días después, el cadáver Elisa Lam apareció en uno de los depósitos de agua del hotel, por lo que se inició una larga investigación en medio de la cual las autoridades publicaron un video
en el que se le veía en un ascensor, al parecer, antes de su muerte.
Las imágenes, que se hicieron rápidamente virales
, daban cuenta de una extraña actitud de la mujer mientras el elevador mantenía por un largo tiempo sus puertas abiertas: ella parecía hablar con alguien, que nunca se ve, y entrar y salir del artefacto hasta que finalmente desaparecía de la escena.
Las teorías sobre lo que pudo suceder no demoraron en aparecer. Iban desde una presencia sobrenatural hasta trastornos de salud que sufría la mujer.
Cuando el cuerpo fue hallado, estaba desnudo y su ropa y cosas personales, como su reloj y la tarjeta de su habitación, flotaban junto a ella.
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Sobre el insólito hecho, la policía de Los Ángeles tardó cuatro meses en publicar la autopsia definitiva, en la que se aseguraba que la muerte había sido accidental, pues no se encontraron evidencias de traumatismos, abusos sexuales o suicidio. La investigación no logró tener un claro final.
Ahora, el misterioso caso vuelve a ocupar titulares de medios porque el director Joe Berlinger hizo una serie sobre ello.
«Esta historia se ha contado antes, pero creo que se ha hecho de forma muy irresponsable», le dijo Joe a la BBC.
«Para el espectador es otra historia atrayente que ves y luego pasas a la siguiente. Pero para quien le ha pasado esto, es el peor momento de su vida. Es una verdadera tragedia para esa persona y su familia», comentó.
