El jueves por la mañana, el dirigente social Juan Grabois cargó por tramos la Virgen en medio de la procesión de San Cayetano, que se conmemora cada 7 de agosto. Coincidió con el cierre de alianzas para las elecciones nacionales del 26 de octubre. Sus socios aguardaban sus movimientos. Ya entrada la tardecita, terminó de definir que su partido, el Frente Patria Grande, no se sumará a la coalición del peronismo, más allá de los contactos y las negociaciones que se entablaron durante toda la jornada.
Lo había advertido y finalmente lo concretó: Grabois no se plegó a la alianza Fuerza Patria ni en la Ciudad ni en la provincia de Buenos Aires, según pudo confirmar LA NACION tanto de fuentes cercanas al dirigente social como otras al corriente de ambos armados.
Mientras una parte de la dirigencia de su espacio lo mira de reojo y se muestra desconcertada (y bien molesta) por esta salida a último minuto, y el kirchnerismo niega cualquier vinculación con esta medida del referente, en su entorno no cierran toda la puerta para confluir: dicen que todavía hay un margen de negociación durante esta semana que queda para el cierre de listas, el 17 de agosto, cuando se definan los nombres.
“Cristina no le da aval a esta movida. No está de acuerdo, no fue consultada. Es una decisión exclusiva de Juan y depende de él”, dijeron a LA NACION desde el entorno de la expresidenta apenas se terminó de confirmar que Grabois no adheriría al frente, que con trabajo, múltiples fricciones y temperaturas a veces ardientes se articuló entre kirchneristas, kicillofistas, massistas, intendentes y otras extracciones. Así buscaron despejar cualquier teoría conspirativa que emane sobre todo desde las huestes del gobernador, que nunca escasean ante tantos resquemores tapados por la campaña.
Tanto desde el sector de la exmandataria como del dirigente social admiten que hubo un llamado entre ambos, que el propio Grabois contó en público sentado junto al hijo presidencial, el diputado nacional Máximo Kirchner, en que ella le pidió que bajara un cambio con los exabruptos contra sus propios compañeros.
Acérrimo detractor del líder del Frente Renovador, Sergio Massa, que anda bien cercano y de buena sintonía con los Kirchner, Grabois no firmó la alianza pero tampoco inscribirá otra. Es que cuenta con el partido Patria Grande, que lo habilita a competir con su propia lista sin necesidad de juntarse con otra vertiente.
“Esperemos que esta semana se pueda discutir lo que no se discutió durante dos años. No tiene que ver solo con los candidatos sino con la orientación ideológica del frente. Nos tienen que explicar muy bien por qué si Juan es la persona con mayor imagen positiva en la Provincia después de Kicillof no quieren que sea el primer candidato a diputado nacional“, aseguraban desde su espacio tras confirmar este primer paso más concreto vinculado su amague de proceso independentista.
Aseguran en el mundillo del dirigente social que suma al menos 15 puntos en la provincia de Buenos Aires y alrededor de 12 en la Ciudad. Si va por afuera, su candidata a diputada nacional por territorio porteño será la exlegisladora que tomó vuelo en la militancia estudiantil Ofelia Fernández.
Apenas antes de las 19, el senador Mariano Recalde, encargado de organizar la parte nacional en tierras capitalinas para el peronismo, dejó trascender que cerró la alianza “en unidad”. Pero en el poroteo de partidos que integran el frente no figuró el Patria Grande de Grabois.
“El peronismo logró consolidar un frente electoral amplio con un objetivo común: frenar el ajuste de Javier Milei, defender a los argentinos y trabajar en propuestas que les mejoren la vida”, dijo el senador de confianza de Cristina Kirchner y añadió: “Los últimos días dejaron en claro que cada voto cuenta y que cada banca en el Congreso importa”.
Tal vez este pasaje fue un llamado de atención para el dirigente social. Es que en el kirchnerismo hacen cuentas y aseguran que si Grabois va por afuera, por cómo define el Sistema D’Hont, podrían quedarse con un diputado menos en el total. Desde el entorno del referente que fue cercano al papa Francisco lo desmienten y apelan a otras matemáticas.
“Nos gustaría que en esta semana podamos discutir lo que no se discutió en dos años, estamos dispuestos”, decían fuentes cercanas a Grabois este jueves como un desliz a sus socios de que todavía no rompieron del todo.
Sin embargo, mantenían férrea la intención de que el dirigente social sea el número uno de la lista de diputados nacionales por la Provincia. “Nadie explica por qué no puede encabezar”, se quejaban, mientras desde la coalición hablaban de un empecinamiento de Grabois por ese cargo y se exasperaban los ánimos.
Bajo la premisa de que en caso de que se escinda, Grabois le gana al Partido Justicialista (PJ), los suyos no se amedrentaron con que no consiga la cantidad de personas necesarias para completar las dos listas, en Ciudad y en Provincia. “¡Cinco listas tenemos para llenar!“, exclamaban.