Después de ganar la Fórmula 3 en 2018 y la Fórmula 2 en 2020, Mick Schumacher llegará a la Fórmula 1 este año envuelto de una presión mucho más grande que el resto de pilotos a estas alturas. Pese a eso, el joven piloto alemán tiene las ideas bastante claras.
Trabajo, paciencia y tranquilidad
Con todos los focos sobre sus hombros, Mick Schumacher aterrizará esta temporada en la máxima categoría del automovilismo. Junto a Haas F1 Team, equipo que terminó en novena plaza el año pasado, las expectativas son bastante bajas, por lo que el piloto alemán de momento prefiere hablar de objetivos personales.
Hablando para Sky Alemania, Mick Schumacher se mostró bastante tranquilo y confiado de cara a su primer año en la Fórmula 1: “Con el tiempo he aprendido a no estresarme innecesariamente. Tengo un equipo fuerte a mi alrededor, siempre me da el apoyo necesario y la oportunidad de relajarme y concentrarme para poder trabajar bien durante cada fin de semana de carrera”.
Una vez dicho eso, el joven piloto alemán reconoció que no ve el momento de salir a pista y debutar como piloto de F1: “Obviamente no puedo esperar a que llegue el arranque de la temporada, pero estoy muy ilusionado con la idea de correr en Spa, que marcó el debut de mi padre en la Fórmula 1 hace treinta años. A Suzuka también le tengo ganas, realmente me dio grandes sensaciones en el simulador”.
Por último y al ser preguntado por el objetivo para este primer año en la máxima categoría del automovilismo, Mick Schumacher prefirió no hablar de números y dio una respuesta bastante clara y contundente: “Mi objetivo personal es ver una clara mejoría entre el primer y el último Gran Premio de esta temporada”.
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